La Montaña Rusa... anímica
La noche lucía perfecta. Las estrellas brillaban en lo profundo del azul oscuro. Una brisa ligera soplaba, bajando la temperatura hasta ese punto en el que, no sientes frío, pero sabes que no hace calor.
Ideal. Todo era ideal.
Hasta que se rompieron los cristales. Cayó la vidriera de los mil colores y quedó un rostro compungido, al principio, colapsado en enfurruñamiento después.
No hubo voces. No hubo motivos. Una subida y una bajada.
Estamos en ese in-pass del que avanzas un paso, retrocedes dos. Avanzas dos pasos, retrocedes uno.
Para eso, nos quedamos en el mismo sitio y ganamos tiempo.
Negando con la cabeza. En silencio. Reconociendo, en soledad. Asumiendo, en soledad. Deseando, en soledad.
Así, no hay caramelo.
4 Comments:
Sé bien qué es eso. Ya escribí alguna vez sobre mi montaña rusa emocional. Y ahora mismo estoy igual, ayer de subidón y hoy balanceándome peligrosamente desde la cima. Si me descuido, caeré a plomo.
Un beso :)
Radiando directamente desde el fondo del pozo a la superficie...
NO BAJÉIS AQUÍ!!!
(Hace un calor pegajoso con tanta humedad...)
Um... me he quedado a medio camino, que me han tendido una cuerda mientras caía.
Ahora a sacar fuerza en los bracitos para trepar hasta arriba.
Ais ni a ruin, mó grath :)
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