[DISCLAIMER: ¡post humoroso, conste!]
Ya tengo en casa la Wii. Ya me pegué el primer palizón jugando al Wiisports (reíd, reíd, pero las agujetas son de cuidadín). Y tuve la primera conversación al respecto con "un amigo de un amigo".
Me he dado cuenta de que es un peligro decir que tienes una Wii en casa. No, no porque sea como los donettes (te salen amigos de todas partes) sino que los fans de la "PLEI" te preguntan con ese tonillo tan... tan... condescendientemente violento.
Amigo sonyer: "Y ¿qué tal? Una mierda de gráficos me han dicho".
Yo: "Pues no están tan mal, listo. De hecho son superiores a los de tu querida PLEIDOS".
Amigo sonyer: "Pero no tienes el catálogo que tiene la PLEI".
Yo: "Ni tú. Se lo ha quedado la 3-60 (léase TRES-SESENTA)".
Amigo sonyer: "Ya, porque es una consola cojonuti".
Yo: "Es más que eso. Por mucho que me guste la Wii, es la que se va a comer el mercado esta generación y sale 200 napos más barata que la PLEITRES".
Amigo sonyer: "Pero ¿tu Wii no tiene el catálogo ese familiar para niños?"
Yo: "Y los Resident Evil, que son para cagarse."
Ojo a estas palabras que son las que te advierten del peligro que corres:
Amigo sonyer: "Pero, ¿dónde están los juegos violentos?"
Yo (flipando porque no es la primera vez que lo escucho): "¿Realmente te compras la PLEIDOS o la PLEITRES porque tienes juegos violentos?"
Amigo sonyer: "... y los de futbol".
Vale tío. Futbol y violencia... eso nos lleva a... mierda. El pleistoceno.
¡¡Los fans de la PLEI no son frikis!!
¿Qué son?
¡¿Son futboleros violentos!?
No puedo creérmelo, pero no es el único ejemplo que conozco... tan flagrante.
Ya tengo en casa la Wii. Y qué bien que juego al Zelda con ella.