Memorias de Un Replicante Sin Recuerdos

I've seen things you people wouldn't believe. Attack ships on fire off shore of Orion. I watched C-beams glitter in the darkness near the Tannhauser's gate. All those... moments will be lost... in time, like... tears... in the rain. Time to die.

Friday, May 16, 2008

La Montaña Rusa... anímica

La noche lucía perfecta. Las estrellas brillaban en lo profundo del azul oscuro. Una brisa ligera soplaba, bajando la temperatura hasta ese punto en el que, no sientes frío, pero sabes que no hace calor.

Ideal. Todo era ideal.

Hasta que se rompieron los cristales. Cayó la vidriera de los mil colores y quedó un rostro compungido, al principio, colapsado en enfurruñamiento después.

No hubo voces. No hubo motivos. Una subida y una bajada.

Estamos en ese in-pass del que avanzas un paso, retrocedes dos. Avanzas dos pasos, retrocedes uno.

Para eso, nos quedamos en el mismo sitio y ganamos tiempo.

Negando con la cabeza. En silencio. Reconociendo, en soledad. Asumiendo, en soledad. Deseando, en soledad.

Así, no hay caramelo.

Monday, May 05, 2008

Annabel Lee - Edgar Allan Poe/Radio Futura

Annabel Lee
Edgar Allan Poe
(Boston, 1809 - Baltimore, 1849)

Fue hace muchos y muchos años,
en un reino junto al mar,
habitó una señorita a quien puedes conocer
por el nombre de Annabel Lee;
y esta señorita no vivía con otro pensamiento
que amar y ser amada por mí.

Yo era un niño y ella era una niña
en este reino junto al mar
pero nos amábamos con un amor que era más que amor
—yo y mi Annabel Lee—
con un amor que los ángeles súblimes del Paraíso
nos envidiaban a ella y a mí.

Y esa fue la razón que, hace muchos años,
en este reino junto al mar,
un viento partió de una oscura nube aquella noche
helando a mi Annabel Lee;
así que su noble parentela vinieron
y me la arrebataron,
para silenciarla en una tumba
en este reino junto al mar.

Lo ángeles, que no eran siquiera medio felices en el Paraíso,
nos cogieron envidia a ella y a mí:—
Sí!, esa fue la razón (como todos los hombres saben)
en este reino junto al mar)
que el viento salió de una nube, helando
y matando mi Annabel Lee.

Pero nuestro amor era más fuerte que el amor
de aquellos que eran mayores que nosotros—
de muchos más sabios que nosotros—
y ni los ángeles in el Paraíso encima
ni los demonios debajo del mar
separarán jamás mi alma del alma
de la hermosa Annabel Lee:—

Porque la luna no luce sin traérme sueños
de la hermosa Annabel Lee;
ni brilla una estrella sin que vea los ojos brillantes
de la hermosa Annabel Lee;
y así paso la noche acostado al lado
de mi querida, mi querida, mi vida, mi novia,
en su sepulcro junto al mar—
en su tumba a orillas del mar.

Annable Lee
Radio Futura

Hace muchos, muchos años en un reino junto al mar
habitó una señorita cuyo nombre era Annabel Lee
y crecía aquella flor sin pensar en nada más
que en amar y ser amada, ser amada por mi.

Éramos sólo dos niños mas tan grande nuestro amor
que los ángeles del cielo nos cogieron envidia
pues no eran tan felices, ni siquiera la mitad
como todo el mundo sabe, en aquel reino junto al mar.

Por eso un viento partió de una oscura nube aquella noche
para helar el corazón de la hermosa Annabel lee
luego vino a llevársela su noble parentela
para enterrarla en un sepulcro en aquel reino junto al mar.

No luce la luna sin traérmela en sueños
ni brilla una estrella sin que vea sus ojos
y así paso la noche acostado con ella
mi querida hermosa, mi vida, mi esposa.

Nuestro amor era más fuerte que el amor de los mayores
que saben más como dicen de las cosas de la vida
ni los ángeles del cielo ni los demonios del mar
separaran jamás mi alma del alma de Annabel Lee.

No luce la luna sin traérmela en sueños
ni brilla una estrella sin que vea sus ojos
y así paso la noche acostado con ella
mi querida hermosa, mi vida, mi esposa.

En aquel sepulcro junto al mar
en su tumba junto al mar ruidoso.

Hace muchos, muchos años en un reino junto al mar
habitó una señorita cuyo nombre era Annabel Lee
y crecía aquella flor sin pensar en nada más
que en amar y ser amada, ser amada por mi