Dream Theater + Symphony X
Noche épica donde las hubiere ayer en el Palacio de los Deportes de Madrid. Reunidos por una parte dos miembros de Recios, Urtoroth (mi menda, el Replicante) y Breeza (la bruja ya-no-tan-loca) con su pareja y por otra parte The Dark Freak y cinco amigos más (cuyos nombres quedarán en el economato) nos paseamos por el Palacio ávidos de escuchar un poco de buena música.
Patio, sin mucho agobio, oscuro y cerveza a 8 € el mini... qué salvajes... Bueno... Mucha coña con el semáforo que cuelga sobre el escenario y mucha espera hasta que bajan las luces y sale Symphony X a la palestra. Y, a pesar de no sonar tan bien como sus fans esperaban- yo no había escuchado mucho de ellos-, dejan el frío inicial de todo concierto apartado en un rincón, acojonado de miedo. Se me pasó muy rápido, lo cual es buena cosa... (cuanto más disfrutas, más corto se hace) y ahora tengo su discografía en la mula (RULEZ!). ¡Y eso que necesitaron tres micrófonos para que les escucháramos!
Suben las luces, el semáforo se pone en rojo y comienza la cuenta atrás.
Rojo...
Amarillo...
Verde...
Allá vamos...
No hay mucho que pueda contaros. Toda palabra se quedaría corta. Diría que la frase del concierto que comenté con Breeza fue "creo que me he meado 3 veces...". Brutal. Impactante. Mucho más y mucho mejor de lo que esperaba. Si antes ya me gustaba este grupo, si antes ya flipaba con los solos de todos y cada uno de los integrantes, si antes ya alucinaba con la agilidad de Petrucci, si antes ya me destrozaba la espalda en mi cuarto con la potencia de Portnoy, la voz de LaBrie o el ritmo frenético de Myung al bajo, o las improvisaciones de Ruddess al teclado, en directo esa sensación de multiplica por mil. Con un corto de dibujos animados de fondo, en el que la banda te hace cómplice de lo que ocurre, una descarga de luces simplemente acojonante y un sonido muy limpio, te clavan al sitio del que intentas escapar para que el ritmo no te destruya mientras disfrutas de un chorro de genialidad que te rodea a ti y a los que están a tu elrededor, los conozcas o no.
No es saberse las letras o conocer cada tema. Es participar del espectáculo.
Teatro del Sueño: un 9.9 por mi parte. El diez habría venido con el Wait for Sleep... otra vez será, porque esta no será la última.
2 Comments:
Amen.¿Qué va a ser de nosotros hasta el próximo concierto? Nada volverá a ser igual
8€ por una cerveza está mal... pero 40 por ver a Suzanne Vega, ¡eso sí que tendría que estar penao, lechesya! :´´´´(
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